Antoni Muntadas: "Stuttgart (for H. H.)"
Crédito fotográfico Nacho González.
Marcel Odenbach: "Los cocodrilos acechan en aguas tranquilas"
Crédito fotográfico Nacho González.
Una exposición comisariada por Berta Sichel, que refleja la ambigüedad y la incertidumbre contenida en la rutina diaria
Fecha: Octubre 2008 - Enero 2009
Comisaria: Berta Sichel
Producción: Centro Atlántico de Arte Moderno - CAAM.
Lugar: CAAM - San Antonio Abad
Desde el 29 de octubre, y hasta el 25 de enero de 2009, la Sala San Antonio Abad del Centro Atlántico de Arte Moderno CAAM, presenta Present Tense, una exposición comisariada por Berta Sichel que reúne la obra videográfica de cinco artistas internacionales de dos generaciones distintas: Stéphanie N´Duhirahe (Ginebra, 1984), Omer Fast (Jerusalem, 1972) Antoni Muntadas (Barcelona, 1942), Marcel Odenbach (Colonia, 1953) y Martha Rosler (Nueva York, 1943), que se inscribe dentro del programa del Canariasmediafest (Festival Internacional de Artes y Culturas Digitales de Gran Canaria).
La muestra trata de reflejar la inestabilidad que ya hemos incorporado en nuestra rutina diaria, rutina en la que aceptamos la ambigüedad y la incertidumbre con un asombroso grado de confianza. Según Berta Sichel se impuso al articular este proyecto como prioridad "la búsqueda de una alternativa: no incidir en el "espectáculo", sino en las representaciones capaces de transmitir las tensiones del presente con mayor elocuencia, de un modo que incitara a la reflexión -tal vez una de las pocas opciones que nos quedan si pretendemos abrir una ventana al presente".
Mirar al mundo de cerca es entender las conexiones sutiles entre la estabilidad aparente de nuestra rutina diaria y los complejos subtítulos que mantienen (sorprendentemente) el estado moderno a flote. Tiempo Presente refleja las posibilidades y los retos de representar visualmente la movilidad, el desplazamiento, la circulación de personas y culturas, la globalización y la exclusión. Todas ellas son características de una nueva época geopolítica que, según numerosos artículos y libros, comenzaron con el terror del 11 de Septiembre y su divulgación. El espectáculo atroz del 11 de septiembre produjo una imagen que vale un millón, no mil, de palabras. En cuestión de minutos, su imagen ya había circulado por todo el planeta. De forma instantánea, se transformó en el icono de nuestra actual era geopolítica. Para muchos, bastó con el acontecimiento del 11 de Septiembre para desestabilizar gobiernos y sociedades que viven bajo un pseudo estado aunque con verdadero poder. Tomemos, por ejemplo, la "caída del muro," la consolidación de la Comunidad Europea, y el poder económico de Estados Unidos; todo ello configuró la fantasía de nuestra vida actual cosmopolita y estable.
En el pasado, se sentía la solidez de la terra firma (una tierra seca con la que soñaban los marineros como la que les esperaría tras travesías tormentosas al otro lado del Atlántico) como una tierra segura. Hoy, pisar suelo firme ya no tranquiliza nuestras ansiedades ¿Cómo se reflejaría esta nueva situación en la creación, la recepción por parte del público, y el entendimiento del arte contemporáneo?.
La imagen y los medios electrónicos son probablemente los más adecuados para reproducir de forma artística y estética el entorno de Tiempo Presente. Las tecnologías de la comunicación y las telecomunicaciones y el surgimiento del mercado global, incluido el mercado del arte, ha abierto nuevos caminos, implacable y rápidamente acelerando el proceso del intercambio cultural y la circulación global. De hecho, estos caminos han existido durante siglos, pero, como decía el teórico y autor Irit Rogoff, cuyo libro ha dado nombre a este proyecto,: "Simplemente no teníamos ni los medios ni la conciencia con los que narrar este proceso."
Las consecuencias de la guerra contra el terrorismo son una manera de narrar este proceso. La guerra es una pieza clave en este puzzle de inestabilidad y movilidad. Tengamos en cuenta, por ejemplo, los millones de personas que se ven obligadas a dejar su país. Las obras seleccionadas para Present Tense no pretenden tratar las cuestiones de la guerra. Esta omisión es intencionada puesto que las imágenes de la guerra ya han inundado nuestra imaginación colectiva. Cuando seleccionaba las obras para esta exposición, la prioridad radicaba en buscar una alternativa: no a través del "espectáculo," sino mediante las representaciones que podían transmitir estas tensiones de una forma más elocuente, provocadora. Los conceptos que podían comunicarse más fácilmente o simplemente a través de imágenes de terroristas suicidas o familias que viven en campos de refugiados, aquí, por ejemplo, en Terra Infirma, piden al espectador que se tome el tiempo para penetrar bajo las capas de complejidad absoluta.
Sin ninguna intención de que sea concluyente, dejando muchas puertas abiertas, no sólo para la interpretación, sino también para la complementación y la ampliación, Tiempo Presente presenta imágenes y narrativas creadas por un grupo de artistas internacionales que recontextualizan la lógica incomprensible (si se pudiera decir que existe alguna) de esta nueva era política-geopolítica ¿Cómo nos sentimos con los acontecimientos actuales? ¿Con el mundo en el que vivimos? ¿Con los demás? ¿Y con las prácticas artísticas? Al insistir en la autonomía relativa de la cultura, y explorar los intersticios específicos dentro de las estructuras políticas y económicas a través del arte, el marco de esta exposición implica un cambio en la acentuación desde la propia cultura hacia el ámbito de la política cultural: un lugar en el que los significados se negocian; y las relaciones de predominio y subordinación se definen y se rechazan.
Participantes
Martha Rosler presenta un video monocanal de un minuto de duración titulado Prototype (God Bless America) (Prototipo (God Bless America), realizado en2006. Martha Rosler es una de las críticas culturales más importantes e incisivas del arte contemporáneo. En sus vídeos, Rosler investiga el modo en que las realidades sociales y las ideologías políticas dominan la vida cotidiana. En este nuevo trabajo en vídeo creado en 2006, Prototype (God Bless America), Martha Rosler realiza una reflexión breve pero aguda. Un muñeco mecánico vestido de soldado americano toca el himno God Bless America con una trompeta. La cámara encuadra la parte inferior y revela que el pernil del pantalón de camuflaje del muñeco está enrollado y deja al descubierto un mecanismo que se parece asombrosamente a la prótesis de un miembro amputado.
Por su parte Stéphanie N´Duhirahe presenta Sans Titre (Sin título), una videoperformance, de 2006 de casi nueve minutos de duración, en la que la artista hace equilibrios descalza mientras atraviesa una gran sala de cemento en la que hay un maremágnum de objetos domésticos y cotidianos esparcidos por el suelo: platos, tazas, cenicero, botellas de detergente vacías, electrodomésticos. De algún modo, logra mantener el equilibrio mientras recorre este sendero de objetos sin dejar que sus pies toquen en ningún momento la superficie. Siempre a punto de caer, aunque manteniendo constantemente el equilibrio, la artista transforma la delicadeza de su propia posición en un símbolo notable de la fragilidad de la vida.
Omer Fast presenta el video de 18 minutos manufacturado en 2002, CNN Concatenated (Secuencias concatenadas de la CNN), en el que el artista crea una base de datos de diez mil palabras extraídas de grabaciones de locutores y comentaristas de la CNN en 2001 y 2002, reorganizando las palabras fragmentadas en monólogos existenciales que hablan directamente al espectador. El resultado es una llamada de atención marcadamente personal, aunque muy influenciable. Si hay un hablante tras el monólogo, se trata de una voz que intenta rellenar lo que la secuencia de noticias no logra aliviar e incluso explota: más que la necesidad de saber y entender, la necesidad de ver y observar, de contar con un contexto estable que ayude a comprender la información, de disponer de una memoria, crear una comunidad, tener intimidad, actuar, huir, disfrutar del silencio y buscar significado.
De Marcel Odenbach se proyecta el trabajo realizado entre 2002 y 2004 titulado "Los cocodrilos acechan en aguas tranquilas". Una cierta parte de las obras de Marcel Odenbach se alimentan de su investigación y de sus viajes por países como Camerún, Sudáfrica, Ghana o Ruanda, reflexionando a la vez sobre las formas adoptadas por la representación visual del continente africano, muy en particular en los medios de comunicación occidentales. Mientras trabajaba en los archivos fílmicos de las Naciones Unidas, Odenbach se topó con un material fílmico que documentaba el genocidio llevado a cabo en 1994 en Ruanda, un hallazgo que supuso el punto de partida para el proceso de creación de un corpus en el que el artista propone una reflexión personal sobre la incalificable violencia de ese episodio de infausta memoria y las consecuencias que tuvo para las gentes de aquel país. Al referirse a esa obra, Odenbach la describe como "una documentación subjetiva sobre un drama en siete capítulos" que evocan ese turbulento periodo de la reciente historia ruandesa a través de un rico montaje que reúne más de treinta minutos de material de archivo y filmaciones de vídeo recién creadas. En relación al trabajo con material encontrado (ciclo del hallazgo, recopilación y, en última instancia, uso de las imágenes), Odenbach describe la peculiar situación del coleccionista afirmando que "quien posee algo lleva, también, una carga, en este caso una carga no sólo material, sino también emocional". Una carga o responsabilidad que, mediante el acto de hacer público ese material, se transfiere también, al menos en parte, al espectador por medio de su participación en un proceso crítico de contemplación, cuestionamiento y memoria colectivos.
Finalmente, el catalán Antoni Muntadas nos ofrece el video de nueve minutos realizado en 2006, Stuttgart (for H.H.). Antoni Muntadas es ante todo un observador del mundo contemporáneo y de su forma por excelencia, que es la imagen mediática: la de la televisión, la publicidad, la prensa, los medios de comunicación. Stuttgart (for H. H.) reproduce un icono corporativo asociado a cierto nivel de sofisticación, mercantilismo y opulencia, reconocible en cualquier lugar del mundo. Este logotipo corona un espacio arquitectónico indeterminado y gira sobre su eje de forma ralentizada, como si se tratara de un gran ojo o de un radar que peina lo que sucede a su alrededor. Así, el signo comercial sustituye al monumento conmemorativo, convirtiéndose en el depositario de una forma de identidad colectiva asociada a valores económicos y jerárquicos.